El Barcelona ha dado un golpe de efecto esta noche con su victoria ante el Real Madrid en el partido que cerraba la jornada 28 de la liga BBVA, por 2-1, con goles de Jeremy Mathieu y Luis Suárez, mientras que Ronaldo hizo el empate para los blancos, que dieron una buena imagen en el Camp Nou pero que se marchan de vacío y a 4 puntos de su eterno rival, con la liga difícil, que no imposible.
Partidazo en el Camp Nou entre Barça y Madrid.
Partidazo. Clásico maravilloso que se avecinaba a la vista y que protagonizarían dos de los mejores equipos del mundo, que se veían las caras en un
Camp Nou que sería el escenario de una nueva victoria culé en un clásico, que deja a los hombres de
Luis Enrique a 4 puntos de distancia de los de Ancelotti, aunque los merengues se marchan del Camp Nou satisfechos,
por la imagen dada en la primera parte, pero tristes por haber bajado el nivel en la segunda, lo que les ha podido costar el partido, ante un
Barcelona que vuelve a tirar de su trabajo colectivo, de su calidad y potencial ofensivo y que se lanza directo a por la conquista del liderato de la liga española.
El clásico del fútbol español llegaba en una semana donde el Barça presentaba un estado de forma espectacular y el Madrid estaba inmerso en un mar de dudas, que se han resuelto positivamente, pese a la derrota, en la noche de ayer contra el eterno rival. Hay derrotas que fortalecen a un vestuario, y la de anoche puede ser una de ellas.
Ambos técnicos optaron por la formación de dos onces sin sorpresas, pues, aunque Busquets entraba en la convocatoria del Barça, no sería de la partida, hasta el segundo acto, mientras que en el Madrid, lo previsto, formando en el medio con Kross, Modric e Isco, surtiendo de balones a la BBC que hoy sólo dos de ellos dieron la cara por el equipo. Con Iker bajo palos, Carvajal, Pepe, Ramos, Marcelo en defensa, haciendo éste último un auténtico PARTIDAZO, y en el medio ese mencionado "trío de maravilla" y arriba la temida BBC, con Bale, Benzema y Cristiano, que recortaría un gol en su lucha con Messi, pero que, una vez más, vio como su gol no sirvió para puntuar en el Camp Nou.
En el bando culé, Luis Enrique ha entendido que en los partidos grandes hay que sacar el once de gala, y eso hizo, ya que, con la baja de Busquets, Mathieu ocupó el lugar vacante de Mascherano en defensa para formar un once de auténticas garantías. Bravo bajo palos, que volvía tras el partido de champions, Alves, Piqué, que volvió a estar de una manera brutal, Mathieu, que sería el autor de uno de los dos goles, y Alba en defensa. Mascherano, Rakitic e Iniesta en el medio y el tridente letal arriba, aunque no hiciesen el mejor partido de las últimas semanas.
Con los onces formados, y un fantástico ambiente en el Camp Nou (98760 espectadores), el espectáculo estaba servido.
El partido comenzó con un Real Madrid que salió a no defender y a intentar manejar la posesión cuando le correspondía, mientras que era el Barcelona el que se sentía agusto saliendo a la contra aprovechando la velocidad de Leo Messi y la verticalidad de Neymar y Suárez. Una idea que daba a entender que se vería otra imagen del Real Madrid, distinta a la de las últimas semanas. Y así pasó.
Dice el dicho que
en este deporte no gana quien juega mejor, sino quien marca más goles. El Barcelona se adelantó en el marcador por mediación de una falta lateral botada por
Leo Messi, que libre de marca fue rematada por
Jeremy Mathieu para batir a
Iker Casillas y anotar el primer tanto de la noche. Pasado el cuarto de hora de partido y el conjunto azulgrana ya ganaba en el marcador.
Primer gol de Mathieu con el Barça en la liga.
Antes, el
Real Madrid había trenzado una maravillosa jugada para acabar con un estelar remate de
Cristiano Ronaldo que se marchó al travesaño de la portería de
Bravo. Pero, contra corriente de lo que se pudiera pensar, que el gol le daría tranquilidad al
Barcelona y haría temblar los cimientos del
Madrid, pasó todo lo contrario. El equipo de
Carlo Ancelotti sacó el orgullo y raza de campeón del mundo y empató el partido,
27 segundos después de que Neymar sólo ante Casillas para remachar a gol,
la fallase.
El mejor equipo del mundo en la categoría de contragolpes, lanzó uno mortal, conducido por
CR7, enlazando con Kross, Modric, que pasó a Benzema, que hizo una maravilla emulando al taconazo de
Guti en Riazor, para que
Cristiano se aprovechase de la delictatessem del francés y, con la puntera, batir a
Claudio Bravo.
1-1 y, aunque cueste reconocerlo,
era justo. Ni el Madrid estaba jugando para perder, ni el Barcelona para ganar. Y con el gol del portugues (
31 en liga), llegó la remisión del
Madrid en el Camp Nou, que fue
silenciado por el empate merengue y que vio como
su equipo no sólo no reaccionaba sino que recibía golpe tras golpe como un luchador en el tapiz muerto en vida. Pero claro,
si no matas. te acaban matando.
El gol de Cristiano (31) no sirvió de nada.
El
Madrid tuvo varias ocasiones para remontar el gol inicial del
Barcelona, pero
Bravo primero, a maravillosa parada ante el tiro de
Ronaldo, y luego
Bale, con una ocasión clarísima, no acertaron de cara al arco del meta chileno.
Incluso
Mateu Lahoz, que luego hablaremos de su labor,
anuló un gol dudoso de posicionamiento a
Gareth Bale. En directo puede parecer legal,
pero viendo repeticiones y reportajes con más tranquilidad, es una decisión acertada y que pudo haber puesto al
Madrid con el partido en franquicia.
Primera parte maravillosa del Madrid, que por fin responde a un noqueo del
Barcelona. pero no consiguió rematar la faena
e intentó culminarla en la segunda parte, pero todos sabemos lo que acabaría pasando.
La segunda parte comenzó igual, con un
Madrid que volvió a salir decidido a culminar la remontada, y trazó una jugada protagonizada por
Marcelo,
que fue de largo el mejor del Madrid, que llegó a una pared entre
Benzema y Cristiano, que acabó con remate a gol del francés, pero con una brillante intervención de
Bravo, salvando el segundo del
Real Madrid. El segundo que si llegaría sería el del equipo local. Corría el
minuto 57 de partido cuando
Dani Alves inició una transición defensa-ataque, que resuelve con un
estratosférico pase a
Luis Suárez que controla el balón se escora un poco y ante la
pasividad e impotencia de Pepe,
la cruza ante la tímida salida de Iker, para alojar el balón en las mayas merengues.
2-1, después de lo visto en la primera parte, resultaba difícil de pensar que el Barcelona volviera a estar por delante en el luminoso.
Suárez fue determinante en el triunfo culé.
A raíz del gol del
Barcelona y el bajón físico del control de juego del
Madrid, sobre todo de
Luka Modric,
se vino abajo el equipo y el dominio blanco, y resurgió el culé, que empezó a dominar el choque, con intensidad y control, sobre todo con la entrada en el césped de
Sergio Busquets, por
Ivan Rakitic, que salió ovacionado del Camp Nou. Con
Busquets en el terreno de juego, el
Barcelona se sentía más seguro en defensa y con más control de la situación del esférico, con el tándem formado junto a
Mascherano, pocas fueron las ocasiones del
Madrid hasta el final del choque. Entró
Xavi por Iniesta, quien sabe si jugó su último clásico como azulgrana. su número
751 en partidos oficiales en liga, éste si que es un auténtico clásico. El Barcelona perdonó, quizás excesivamente, al Madrid, puesto que
Neymar tuvo, sólo él, tres goles cantados para haber fusilado a Iker Casillas, pero
no fue su noche, como tampoco lo fue de Leo Messi, que sí, aportó como siempre con la
asistencia del 1-0,
pero no rayó al nivel de las últimas semanas.
El mejor del
Barcelona, Piqué, que no baja el pistón, que continúa en su carrera por volver a ser el mejor central del mundo. Pero también resultó determinante la actuación de
Bravo, que salvó al
Barça de sus errores ofensivos para cerrar el choque, con una esplendida parada a tiro de
Karim Benzema. La tuvo
Leo Messi, la volvió a tener
Neymar, que salió sustituido, una vez más, por
Rafinha, y el
Madrid llegaba pero no creaba, además ya le faltaba gasolina.
Ancelotti introdujo a
Jesé, Lucas Silva y Varane, por Isco, Modric y Pepe, respectivamente, pero no dio con la tecla
Ancelotti. Pitó
Mateu el final de un partido que deja al
Barcelona más lider de
una liga que si no pincha en dos partidos de aquí a dos meses, será el futuro campeón.
El Barça se adjudicó el clásico y ya se marcha a 4.
En definitiva,
un clásico más guerrero que futbolístico, donde el
Madrid sale
reforzado anímicamente y el Barcelona deportivamente, con el recorte de
Cristiano en la lucha por el
pichichi con Messi (32 vs 31) y con un Camp Nou que vibró, se diviritió y sonrió al final del partido, para poner tierra de por medio y
pegar un puñetazo importante, que no decisivo, encima de la mesa liguera.
Hecho por: M. David C. Martín (@MDavidCorrea)