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La Juventus se impuso por un gol a cero al Mónaco en la ida de los cuartos de final disputada en el Juventus Stadium, en el que se confirmó que a la Vecchia Signora no le va a resultar tan fácil eliminar a los monegascos. La primera sorpresa saltaba antes que llegaran los jugadores al terreno de juego, se trataba de la alineación local. Pirlo, lesionado desde hacía más de un mes, saltaba como titular en el partido.
Comenzó dominando la Juventus, cómo cabía esperar, más preocupada por tantear al rival que por crear peligro. Los visitantes tardaron poco en meter el miedo en el cuerpo a los italianos. Dos acciones de Ferreira-Carrasco se encargaron de recordar que en cuartos de final de la Champions League ya no hay rivales fáciles. La primera ocasión llegó tras una internada en la banda por parte de Martial, fruto de un contragolpe que dejó con un pase al belga sólo ante Buffon a escasos metros de la portería, pero no acertó el atacante a batir a Buffon que consiguió atrapar el balón. La segunda oportunidad llegó tras un disparo lejano que atajó Buffon.
Antes de las ocasiones de Carrasco, los locales habían tenido sus primeras tomas de contacto con Subasic por parte de los hombres más adelantados de su equipo, Morata y Tévez. El primero trató de enganchar una volea a un centro llovido, pero se le marchó a las nubes y el argentino probó fortuna desde fuera del área. Los locales no conseguían nutrir de balones a sus atacantes, en gran medida debido a la imprecisión en su circulación de balón. Pirlo lució más impreciso que de costumbre y eso lo notaban los bianconeri. Por su parte, los visitantes tenían clara su estrategia, esperar atrás bien ordenado y salir como flechas al contragolpe, estrategia que tan bien les funcionó ante el Arsenal en Londres. La más clara para los locales la tuvo Vidal al borde del descanso, mandando arriba una buena jugada colectiva de los locales.
La segunda mitad siguió con el mismo guión que la primera, y no tardó en llegar el susto por parte de los franceses. Una vez más en un contragolpe que Bernardo Silva no pudo dirigir entre los tres palos. Pero, cosas del fútbol, los que iban a adelantarse en el marcador iban a ser los locales por medio de una más que dudosa falta que el colegiado interpretó que fue dentro del área pese a las airadas protestas de los franceses. Vidal no falló y ponía el 1-0, que no se iba a mover hasta el final del encuentro. Tuvieron ocasión de empatar los visitantes con un cabezazo de Berbatov, pero los locales administraron bien su ventaja y parten con cierta tranquilidad en el encuentro de vuelta en Mónaco.
Escrito por: @Jorge_MV_
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