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Florín fue fichado al principio del verano pasado para el filial, procedente de las categorías inferiores del Villarreal, aunque la temporada anterior estuvo cedido en el Atlético Baleares, donde disputó 34 partidos marcando un total de 12 goles. Un fichaje que se comentó mucho por Twitter, aunque el club no lo hizo oficial hasta la presentación del primer equipo.
En el filial del Córdoba sólo jugo 8 partidos, con 2 goles marcados. A partir de diciembre empezó a ser habitual en las convocatorias del primer equipo. Su debut fue, por partida doble, con el Granada, primero en Copa del Rey y despues, en Liga. En ambos partidos marcó un gol. Entró en la historia marcando el gol más rápido del Córdoba en primera, frente al Eibar, a los 10 segundos.
En total, 5 goles repartidos en 20 partidos. Sin embargo, no es eso lo importante. Lo importate fue ver el carácter y la entrega mostrada por el futbolista en todos los partidos. Imagen totalmente opuesta a la que se veía en otros compañeros. Otra imagen recordada fue la rajada tras perder contra el Granada (con el equipo ya descendido) donde expresaba los sentimientos de muchos cordobesistas en ese momento.
Su rendimiento le ha hecho debutar con la selección absoluta de Rumania.
Muchos veíamos en él al jugador clave en segunda. Sin embargo, desde entonces, los rumores de una posible marcha son cada vez mayores.
Una pena, porque si el Córdoba quiere de verdad aspirar a regresar a primera, pasa por hacer un buen equipo. Y apostar por el ascenso es apostar por la continuidad de Florín. A día de hoy, con un Xisco revalorizado en Mallorca en su cesión pero de un rendimiento mediocre en sus últimos partidos con el Córdoba y con la incógnita que es el chileno Jean Paul Jara, Florín es el futbolista más fiable en la delantera.
Florín debe quedarse. Debe ser el líder y referente en ataque. La gran mayoría de cordobesistas lo queremos, pero aún queda mucho verano, y será largo.
Escrito por @A_Galvez_V
