26 de julio de 2015


En Liverpool se aproxima una temporada nunca antes vista, eso si comenzaste a ver futbol luego del 98 (año del debut de Gerrard), inicia una temporada que pocos aficionados amantes al futbol y el romanticismo se imaginaban, un Anfield sin su capitán y gran estrella, Steven Gerrard. Y es que se habrían podido ir grandes figuras que muchos recordarán, como Kuyt, Babel, Torres, Alonso, Carraguer, Hyppia, entre otros, pero hay figuras que pensábamos serían eternas.

Luis Suárez decidió abandonar el equipo en 2014 en busca de su sueño de jugar en el Barcelona y a los dirigidos por Brendan Rodgers todavía les parece un gran desafío reemplazarlo. El Liverpool intentó maquillar la salida de su gran goleador con varios fichajes que dejaron mucho que desear, todo esto en busca de volver a la élite del fútbol mundial. Al contrario del fútbol convincente que hicieron con Suarez en punta, el de la temporada pasada se vio muy intermitente, comenzando por la gran duda en la delantera. Rodgers quedó muy tocado con los resultados. Unos meses mostraron a un Liverpool que volaba, pero que llegó al punto que cayó por su propio peso, eliminado por el Basilea en Champions, Besiktas en Europa League, Chelsea en Copa de la Liga y Aston Villa en FA Cup, ante una decepcionante Premier League que ellos mismos llegaron a dejar de competir. Cuando se pensaba que ante la baja de Suárez y Sturridge (lesionado la mayor parte de la temporada pasada) aparecería la joven promesa inglesa de 20 años, Sterling, no sucedió ante la enorme presión de marcar siendo delantero, y al parecer tenía entre ceja y ceja los billetes árabes.




En Melwood se inició con las tareas pronto, siendo protagonista al inicio del mercado, al menos en Inglaterra, luego de dos fichajes como Danny Ings, gran punta proveniente del Burnley y James Milner, quien rechazó equipos europeos y de la propia liga inglesa. Bien dicen que cuando quieres algo, el dinero no cambia nada. A esto se le sumaron los fichajes de Bogdan, ante la salida de Brad Jones, también Joe Gomez, quien a sus 18 años parece un defensa muy completo tras poder ocupar cualquier puesto de la saga, seguido de esto las compras más caras, como lo es Roberto Firmino, un fichaje de 41 millones de euros, por quien se hace una apuesta gigante, aunque es muy poco conocido en Europa, pero genera buenos comentarios, pero este no ha sido el mayor desembolso del equipo red, pues Rodgers insistió en la compra de un 9, quien ha sido uno de los mejores goleadores de la Premier League en los últimos años, Christian Benteke, quien ha firmado por el Liverpool a cambio de 46 millones de euros, lo cual se pagará en cuotas. Hasta el momento solo Clyne ha reforzado la defensa red, ya que Gómez es una promesa a futuro, aunque no se puede descartar luego de sus primeros minutos con el equipo. Quizás el mercado para el Liverpool ha terminado, a no ser que aparezca una sorpresa. Pero el Liverpool ahora tiene que realizar una limpieza de fondo, tiempo de decir adiós a Borini, Lambert, Ballotelli y José Enrique, quienes esta últimas temporadas no han aportado nada al equipo.


El equipo red necesitaba durante el mercado de fichajes un saneamiento, pero quizás el trabajo se quedó a medias, empezando por la defensa, que continúa siendo floja, a no ser que Lovren decida empezar a mostrar su fútbol y a Sakho lo respeten las lesiones. El Liverpool solo puede tirar de Touré, quien no es de confiar y por su edad no se puede espera mucho de él, aunque veremos. Otro puesto que se quedó sin ser reforzado fue el de mediocampista defensivo, ya que solo se cuenta con Lucas Leiva, quien sonaba para abandonar el equipo, pero al final veremos si sale. Jugadores como Joe Allen pueden jugar en dicha posición, pero no es su fuerte sin duda, sonaron con mucha fuerza para el Liverpool y para ocupar esa plaza, Illarramendi y Kovacic, que sin ser exactamente esa posición ha jugado con Mancini en ese puesto, sin ser mal visto.



El Liverpool ha fichado bien arriba donde puede volver a ser temible al ataque, con Coutinho, Firmino, Lallana, Ings, Ibe y Benteke. Promete la delantera del equipo red si Brendan Rodgers sabe como juntar las piezas correctas, ya que debe adaptar tanto futbolista junto y que haga lo que no se ha visto desde que Suárez estaba en el equipo. Infinitas variaciones han pasado por el equipo de Brendan Rodgers como lo son 3-5-2, 3-4-3, 4-1-4-1-1, 4-3-3, 4-2-3-1… y las que nunca han sido estables en el proyecto de Brendan Rodgers. El sistema que más popularidad ha obtenido en los últimos días es este:



La temporada del Liverpool dependerá mucho del sistema que el técnico noirlandés utilice. Un sistema puede entregar la suplencia a un jugador que creíamos titular, como en un Coutinho-Firmino, incluso un Henderson-Milner-Can en el que en algún momento Brendan se verá obligado a dejar uno en la banca para que juegue otro y no más decir que Lallana e incluso Ibe pueden explotar esta temporada y ganarse un puesto en la plantilla, luego de lo bien que se están desempeñando en pretemporada. Pero tanto complementarios como necesarios en este Liverpool son los grandes jugadores que quedarán en la banca, ya que por fin se podrá presumir de unos suplentes en condiciones de cambiar un partido, algo que no sucedía desde hace años en Anfield. Este año el Liverpool contará con un gran banquillo, esperando que por fin el fútbol made in Brendan Rodgers funcione.

Para establecer objetivos en este equipo no es necesario recordar que tanto la afición del Liverpool como los propios jugadores y el entrenador saben el reto de acabar ganando la Premier, o incluso en terminar en el famoso Top Four de la Premier, tras los equipos tan competitivos que se están formando esta temporada, además de las siempre sorpresas: Newcastle, Everton, Southampton, Tottenham, entre otros. Quizás este equipo no se atreva a soñar con una Premier, pero en el fútbol, a veces cuenta más la forma que las figuras, la liga es muy larga, aún así el Liverpool puede pelear siempre las copas (FA Cup y Copa de la Liga), además de la Europa League, que de una u otra manera otorga prestigio a un equipo que lo necesita para volver al lugar que pertenece, la élite del fútbol mundial. Esta puede y debe ser la temporada para Brendan Rodgers, se puede ser optimista, sí, pero siempre cauto.




Escrito por: @pepe_hack_trick

El Barça perdió el segundo test de esta pretemporada ante el Manchester United por un 3-1 tal vez demasiado abultado. Marcaron Rooney, Lingaard y Januzaj para el United y Rafinha para el Barcelona. Tras haber conseguido superar a Los Ángeles Galaxy de Gerrard por 2-1. Anoche, el Barça fue superado por el Manchester United. 


Fue un partido descafeinado, típico de pretemporada, donde los equipos prueban cosas de cara el principio de temporada. Los 'Red Devils' salieron con un 11 que podría ser utilizado por Van Gaal en cualquier partido de la temporada, con titulares indiscutibles, como Rooney, De Gea y el joven Depay, que apunta a ser titular esta temporada con el Manchester United. El Barça salió con muchos jugadores titulares como Busquets, Iniesta, Jordi Alba, Suárez y Piqué. Con Suárez como único miembro de la 'MSN', el Barça careció de ideas y de acierto ante la portería de De Gea. El Manchester United tampoco estuvo especialmente brillante en ataque, pero sí tuvo más acierto que los azulgranas. 

El delantero centro del Manchester United, Wayne Rooney, abrió el marcador en el minuto 8 rematando libre de marca un saque de esquina botado por Ashley Young. Conexión inglesa que, aprovechando el error en la marca de Adriano, sirvió para poner el 1-0 en el marcador.


Hubo pocas ocasiones en el resto de la primera parte. Una ocasión destacable fue un lanzamiento de falta de Luís Suárez que se estrelló en el palo de la portería de De Gea. Se llegó al descanso de un partido poco vistoso pero que el United estaba consiguiendo ganar gracias al gol de Rooney. 

En la segunda mitad el partido se animó un poco y ambos equipos jugaron un fútbol más intenso. Louis Van Gaal cambió totalmente su equipo en el minuto 63, cambiando los 11 jugadores del principio por otros 11 que serán menos habituales en los esquemas del entrenador holandés. Esta maniobra de Van Gaal sirvió también para despistar a los jugadores culés, que parecieron no saber a quién marcar después de tanto cambio y eso el United lo aprovechó instantáneamente.  

En el minuto 65, en la primera acción de ataque de los 'Red Devils' después de los 11 cambios, el joven Jesse Lingaard aprovechó la confusión del Barça para rematar desde la frontal del área pequeña y totalmente sólo un centro de Blackett. Fue el 2-0, que ponía el partido muy cuesta arriba para los de Luis Enrique.


El Barça pisó el acelerador tras encajar el segundo gol, y la intensidad aumentó, igual que las ocasiones. Rakitic tuvo una oportunidad de marcar a balón parado, pero su tiro libre se marchó ligeramente desviado. Luis Suárez, muy activo anoche, quiso ejercer de líder del equipo, pero la suerte no estuvo de su lado. Tras haber enviado una falta al palo en la primera parte, el 'pistolero' soltó un remate desde la frontal del área con la zurda que logró desviar el madrileño De Gea, lo justo para que el balón golpeara en el palo antes de salir del terreno de juego. 


Se vio muy poco del Manchester United en la segunda mitad. Los 'Red Devils' solo crearon peligro a la contra, y todos los ataques fueron resueltos con lentitud. El marcador a favor quizá ayudó a que el United no buscara golear al Barça. Los azulgranas, en cambio, se mostraron ambiciosos y su insistencia tuvo recompensa en el minuto 89, cuando Rafinha marcó un auténtico golazo al conectar una perfecta volea con la pierna izquierda que entró en la portería de Johnstone. El centro fue de Sergi Roberto, que jugó de lateral derecho en la segunda mitad, experimento que dio buenos resultados. El detalle técnico de Rafinha en la volea fue precioso. 


Cuando el partido parecía morir con el gol de Rafinha, aún hubo tiempo para ver un gol más. Fue el tercero del Manchester United, obra de Adnan Januzaj. El belga recibió un gran pase interior dentro del área nada más sacar de centro el United. Luego, Marc Bartra, que se encargó de marcar a Januzaj en esa jugada, estuvo desafortunado y falto de contundencia. El central catalán falló en su intento de quitarle el balón al extremo del United y cayó al suelo, dejando a Januzaj solo ante Masip y dentro del área. Situación inmejorable que el belga no perdonó, batiendo al guardameta canterano por debajo.


Tras el gol de Januzaj, el árbitro dio por finalizado el encuentro. El Barça no debe sacar conclusiones negativas del partido. El resultado no mostró lo visto en el terreno de juego, porque el Manchester United no fue tan superior a los azulgranas como para ganar por 2 goles de diferencia. Lo único que faltó fue acierto, porque las ocasiones se crearon (sobretodo en la 2a parte), pero ya se afinará la puntería poco a poco. Cuando se incorporen los Messi, Neymar, Bravo, Alves y Mascherano el equipo ganará la magia y la solidez que le han faltado en este choque. El objetivo es llegar con el mayor ritmo posible a las Supercopas. Y partidos como hoy sirven para que los jugadores no sigan de vacaciones y se vayan poniendo el 'chip' competitivo. Aún quedan varios partidos para terminar esta Internacional Champions Cup veraniega. El próximo rival será el Chelsea de Mou el día 29 de julio, y luego vendrá la Fiorentina el día 2 de agosto. 

Crónica redactada por: @JordiMadorell18

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